Sobre la nación española: cruce de notas entre Antonio Elorza y Borja de Riquer
La edición de hoy del diario El País incluye una carta al director de su habitual (y brillante) columnista Antonio Elorza. La carta ("El huevo y la gallina") es respuesta a un artículo del historiador Borja de Riquer ("El uso político de la historia", de ayer 1 de diciembre), quien escribe esencialmente en respuesta a una mención previa de Antonio Elorza en su escrito del pasado 21 de noviembre "La Nación Española".
Así, Elorza decía en esa fecha:
A su juicio [el de Borja de Riquer], la monarquía de los Borbones no habría logrado "integrar de forma eficaz los muy heterogéneos países hispánicos" -como si Alemania o Italia lo estuvieran entonces- y el proyecto de nación española fue posterior a la pérdida del imperio en América. Resultó un intento fallido. Consecuencia: "¿Se puede hacer historia de lo que no ha existido, de la 'nación española'?". Respuesta obvia: "No se puede hacer mitología y pretender historiar lo que no fue, lo inexistente". En años sucesivos, la condena de la nación se hizo más matizada, sin alterar el papel jugado por el imperio, situando en las Cortes de Cádiz el acta de nacimiento de ese proyecto al fin fallido.
A esa mención y el tono general del artículo es el punto de partida de una elaborada respuesta que comienza del siguiente tono:
[Elorza]hace un uso político de la historia que me parece preocupante. Pienso que deberíamos esforzarnos mucho más en divulgar una historia crítica que ayudase a entender la real naturaleza de los actuales debates identitarios hispánicos, a ser más exigentes y rigurosos ante la complejidad de los procesos históricos y a no manipular y esquematizar de forma interesada la historia. Hoy es innegable que los ciudadanos de España tenemos unos claros elementos de identidad histórica común, de historias compartidas, pero también que hay sentimientos identitarios diferentes, que incluso se afirman como nacionales. Ésta es la realidad social y cultural, guste o no guste. Ahora bien, creo que buena parte de los comentaristas políticos, como el propio Elorza, están cayendo en el error de mirar demasiado al pasado y muy poco al futuro. Me preocupa esa pérdida de la idea de futuro que hay en sus escritos, ese abandono de la necesidad perentoria de pensar en los futuros posibles. Encuentro unas reflexiones demasiado preocupadas por defender, y por inmovilizar, el presente. Y eso conduce, forzosamente, al obsesivo empeño de recrear el pasado en función de los intereses políticos de hoy, cosa peligrosa.
Las tesis de Borja de Riquer, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona, se evidencia en párrafos como éste:
Hay que decirlo claramente: los progresistas españoles no han sabido, o no han querido, vertebrar y asumir intelectualmente el hecho de que en España haya amplios colectivos que consideran que su nación es Euskadi, Cataluña o Galicia. Han preferido mirar hacia otro lado, o considerarlo una desgracia, o incluso negar esa realidad. Algunos incluso se han enfrascado en sacralizar el pasado y participan en la absurda carrera esencialista de buscar el "nacimiento" de la nación española lo más lejos posible y por divulgar una idea de identidad nacional inmutable y superior.
Obvio es decir que Elorza no comparte la crítica a su apunte y ofrece su réplica:
Lo preocupante, amigo Borja de Riquer, no es que se escriba historia pensando en un problema del presente, sino que los problemas del presente sean abordados desde una falsificación de la historia. Comulgar con ruedas de molino, catalanistas o españolistas, sí que es absurdo. Y por eso hay que volver la mirada hacia atrás, recordando que en términos históricos y sociológico-políticos sí existe una identidad nacional española, en cohabitación ahora difícil con la vasca y la catalana, y que toda solución democrática pasa por su reconocimiento. En fin, me reprocha Borja de Riquer que hay en mis escritos 'una pérdida de la idea de futuro'. Tengo que decir que esta apreciación es falsa. Una y otra vez, incluso en La nación española, insisto en que existe una vía de superación de la actual encrucijada, y que esta vía es el federalismo.
Frente a la afirmación de Riquer de que:
[los progresistas españoles] participan en absurdas elucubraciones sobre si la Constitución de 1812 procede de la nación española, o al revés, que casi recuerda aquello del huevo o la gallina. Y están cometiendo el mismo error que sus predecesores del siglo XX, una centuria, reconozcámoslo, en la que hubo un exceso de esencialismos y desencuentros. Como escribió Javier Tusell, entonces en España "se elaboraron unas percepciones del otro construidas en paralelo, pero al mismo tiempo excluyentes". Y a eso contribuyeron por igual, es justo decirlo, todos los nacionalistas, los catalanes, los vascos, los gallegos y los españoles, incluso los que no se reconocen como tales nacionalistas, que eran y son muchos
Elorza sostiene lo siguiente:
[De Riquer]habla de "absurdas elucubraciones sobre si la Constitución de 1812 procede de la nación española o al revés, que casi recuerda aquello del huevo y la gallina", cuando él mismo puso sobre la mesa este tema al sentenciar en su artículo de 1990 la inexistencia de "un proyecto nacional español" hasta la pérdida del imperio, apareciendo a su juicio entonces el nacionalismo español para "justificar, arropar y consolidar el frágil Estado liberal naciente'. La nación española habría sido así un producto fallido de la revolución liberal, en definitiva un mito del que no cabe hacer historia. Y conviene recordar que esa negación algo ha tenido que ver con un 'error común', por seguir a Feijoo, que está en la base de una mentalidad ampliamente difundida entre los catalanistas de hoy, a la que responden la letra y el espíritu del nou Estatut, como es visible en su preámbulo y en el despliegue de la afirmación de Cataluña como sujeto nacional único a todos los niveles. Así que probar a partir de los documentos que hay nación española en 1808, y que esa nación es ya entonces plural, abre el camino a otra visión política del presente, que no es la del tripartito ni la del PP.
En definitiva, una pieza más del largo desencuentro en la concepción de la identidad española.
Technorati tags: Antonio Elorza, Borja de Riquer, La nación Española, Identidad Nacional
Así, Elorza decía en esa fecha:
A su juicio [el de Borja de Riquer], la monarquía de los Borbones no habría logrado "integrar de forma eficaz los muy heterogéneos países hispánicos" -como si Alemania o Italia lo estuvieran entonces- y el proyecto de nación española fue posterior a la pérdida del imperio en América. Resultó un intento fallido. Consecuencia: "¿Se puede hacer historia de lo que no ha existido, de la 'nación española'?". Respuesta obvia: "No se puede hacer mitología y pretender historiar lo que no fue, lo inexistente". En años sucesivos, la condena de la nación se hizo más matizada, sin alterar el papel jugado por el imperio, situando en las Cortes de Cádiz el acta de nacimiento de ese proyecto al fin fallido.
A esa mención y el tono general del artículo es el punto de partida de una elaborada respuesta que comienza del siguiente tono:
[Elorza]hace un uso político de la historia que me parece preocupante. Pienso que deberíamos esforzarnos mucho más en divulgar una historia crítica que ayudase a entender la real naturaleza de los actuales debates identitarios hispánicos, a ser más exigentes y rigurosos ante la complejidad de los procesos históricos y a no manipular y esquematizar de forma interesada la historia. Hoy es innegable que los ciudadanos de España tenemos unos claros elementos de identidad histórica común, de historias compartidas, pero también que hay sentimientos identitarios diferentes, que incluso se afirman como nacionales. Ésta es la realidad social y cultural, guste o no guste. Ahora bien, creo que buena parte de los comentaristas políticos, como el propio Elorza, están cayendo en el error de mirar demasiado al pasado y muy poco al futuro. Me preocupa esa pérdida de la idea de futuro que hay en sus escritos, ese abandono de la necesidad perentoria de pensar en los futuros posibles. Encuentro unas reflexiones demasiado preocupadas por defender, y por inmovilizar, el presente. Y eso conduce, forzosamente, al obsesivo empeño de recrear el pasado en función de los intereses políticos de hoy, cosa peligrosa.
Las tesis de Borja de Riquer, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona, se evidencia en párrafos como éste:
Hay que decirlo claramente: los progresistas españoles no han sabido, o no han querido, vertebrar y asumir intelectualmente el hecho de que en España haya amplios colectivos que consideran que su nación es Euskadi, Cataluña o Galicia. Han preferido mirar hacia otro lado, o considerarlo una desgracia, o incluso negar esa realidad. Algunos incluso se han enfrascado en sacralizar el pasado y participan en la absurda carrera esencialista de buscar el "nacimiento" de la nación española lo más lejos posible y por divulgar una idea de identidad nacional inmutable y superior.
Obvio es decir que Elorza no comparte la crítica a su apunte y ofrece su réplica:
Lo preocupante, amigo Borja de Riquer, no es que se escriba historia pensando en un problema del presente, sino que los problemas del presente sean abordados desde una falsificación de la historia. Comulgar con ruedas de molino, catalanistas o españolistas, sí que es absurdo. Y por eso hay que volver la mirada hacia atrás, recordando que en términos históricos y sociológico-políticos sí existe una identidad nacional española, en cohabitación ahora difícil con la vasca y la catalana, y que toda solución democrática pasa por su reconocimiento. En fin, me reprocha Borja de Riquer que hay en mis escritos 'una pérdida de la idea de futuro'. Tengo que decir que esta apreciación es falsa. Una y otra vez, incluso en La nación española, insisto en que existe una vía de superación de la actual encrucijada, y que esta vía es el federalismo.
Frente a la afirmación de Riquer de que:
[los progresistas españoles] participan en absurdas elucubraciones sobre si la Constitución de 1812 procede de la nación española, o al revés, que casi recuerda aquello del huevo o la gallina. Y están cometiendo el mismo error que sus predecesores del siglo XX, una centuria, reconozcámoslo, en la que hubo un exceso de esencialismos y desencuentros. Como escribió Javier Tusell, entonces en España "se elaboraron unas percepciones del otro construidas en paralelo, pero al mismo tiempo excluyentes". Y a eso contribuyeron por igual, es justo decirlo, todos los nacionalistas, los catalanes, los vascos, los gallegos y los españoles, incluso los que no se reconocen como tales nacionalistas, que eran y son muchos
Elorza sostiene lo siguiente:
[De Riquer]habla de "absurdas elucubraciones sobre si la Constitución de 1812 procede de la nación española o al revés, que casi recuerda aquello del huevo y la gallina", cuando él mismo puso sobre la mesa este tema al sentenciar en su artículo de 1990 la inexistencia de "un proyecto nacional español" hasta la pérdida del imperio, apareciendo a su juicio entonces el nacionalismo español para "justificar, arropar y consolidar el frágil Estado liberal naciente'. La nación española habría sido así un producto fallido de la revolución liberal, en definitiva un mito del que no cabe hacer historia. Y conviene recordar que esa negación algo ha tenido que ver con un 'error común', por seguir a Feijoo, que está en la base de una mentalidad ampliamente difundida entre los catalanistas de hoy, a la que responden la letra y el espíritu del nou Estatut, como es visible en su preámbulo y en el despliegue de la afirmación de Cataluña como sujeto nacional único a todos los niveles. Así que probar a partir de los documentos que hay nación española en 1808, y que esa nación es ya entonces plural, abre el camino a otra visión política del presente, que no es la del tripartito ni la del PP.
En definitiva, una pieza más del largo desencuentro en la concepción de la identidad española.
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8 Comentarios:
lo estoy siguiendo y es muy interesante, ahora no tengo tiempo, pero ya se me ocurrirá algo que comentar...
¿crees que España está preparada para un federalismo -entendiendo por tal una constitución abajo-arriba del estado?
Parece la salida más razonable, pero requiere de mucha cocina política y una predisposición a la renuncia por todos los nacionalismos de algunas vacas sagradas. Incluyo el nacionalismo español.
yo no comparto vuestra visión. Pienso, estoy harto de repetir (echad un vistazo a mi blog para ver porqué) que las construcciones nacionales basadas sobre la identidad, la cultura etc etc, son, en primer lugar construcciones nacionales forzosamente excluyentes y en segundo lugar totalmente inadaptadas a la aldea global y ala crisis del Estado-territorio a la que nos enfrentamos.
Según usted que se supone liberal ¿como valora que individuos que se suponen iguales sean gobernados por leyes distintas, ejecutivos distintos y jueces distintos produciendo una desigualdad de facto? o la segunda parte de la pregunta ¿porque lo de nueva orleans no pasó en el estado de nueva york?
Basar la cosntrucción estatal en cuestiones de corte sentimental como lo son la identidad y otras similares, no es en mi opinión "razonable".
Salud y reforma
Nadie dice, al menos yo, que se haga sobre esas bases. Lo que yo sí defiendo (y, entiendo que eso es democrático y liberal) es que se decida la estructura del estado por votación de los ciudadanos. Una estructura federal es tan válida como cualquier otra si es la que acepta quizá no una mayoría cualquiera, pero sí una significativa. Y el demócrata deberá seguir luchando para que no se convierta en un asunto tribal. Una estructura federal es un pacto, como lo es la confederal. Si eso implica leyes asimétricas no es malo en sí mismo, lo que es malo es que sea unilateral que es lo que está sucediendo ahora.
Yo también creo que se puede pactar entre todos. Eso no lo he puesto en duda. Pero mi preocupación es el hecho de que la realidad que tu expresas por ejemplo, muy bien en tu otro blog, de la reivindicación de una identidad cultural etc, y el debate sobre la organización del Estado no ha estado centrado en la eficacia del servicio público, en la eficiencia tecnica y en la preparacón de un estado dispuesto a garantizar los derechos fundamentales como establece la constitución, sino en la reivindicación constante de la identidad cultural, la nacionalidad de un lugar o de otro y en como derivan de los hechos diferenciales esos derechos de autogobierno....
Mi pregunta es ¿se debe ceder a una forma de razonamiento basada sobre cuestiones irracionales para reivindicar un modelo federal o viene siendo hora de que planteemos el debate sobre el modelo de estado en terminos estrictamente técnicos y planteemos una construccion "anacional" cuando nacional significa lo que ellos quieren que signifique? Pienso que ceder a una dinámica como la actual será un gran error, porque siempre habrá gente que estará en desacuerdo, rajoy dirá qeu solo existe una nación, carod maragall y compañia que existen por lo menos dos o quince o tantas como queramos. Salga lo que salga de la reforma, si su justificación viene de ese razonamiento, estaremos contruyendo un estado basado, no el derecho derivado de la norma fundamental (viva kelsen) sino en el derecho preexistente a la norma fundamental, algo que podría llevarnos a reivindicar cosas tan curiosas como el principio divino o que sé yo. No sé si me he explicado.
Pienso que el modelo de estado mas eficiente es el Estado unitario porque garantiza la igualdad de los ciudadanos, es mas austero y permite organizar un estado social que intervenga para garantizar los verdaderos problemas de los ciudadanos, que pienso, son más la vivienda, la educacón la sanidad y el empleo que la identidad nacional, la lengua etc. Si el modelo federal hace esto de una forma mas efectiva, adelante con él, pero si el razonamiento del estado federal se basa en los flujos de identidades nacionales, la integración y la atadura de una determinada entidad a la tierra en qeu nace, me parece enfermizamente preocupante.
Por cierto, no sé si se me ha notado, yo soy mas servil que liberal :P:P.
Salud, reforma y estado de derecho.
Pero es que tu vives en Francia, y ahí es fácil ser jacobino. Bueno, en general estoy de acurdo contigo: el planteamiento del modelo de estado debiera ser una cuestión técnica y, sobre todo, ciudadana, no tribal. Pero hay que hacerlo: es el error de Zapatero en plan buen rollito y el de Rajoy en plan de aquí no me muevo.
Aqui toy jajajajajja, llega un momento que es mejor decir si, es como tu dices, para que perder el brazo en decirles que Espana existe desde el mismo momento de emprender la reconquista... que este proceso historico que hizo asturianos, gallegos, vascos, cantabro, catalanes, se hizo de manera conjunta con un enemigo comun, en un mismo espacio geografico y en un mismo espacio temporal. Que ningun otro grupo ha participado en 'el, que solo las personas halladas en la peninsula. Que el castellano tiene su origen en el cantabro, el cantabro en el vasco, y el catalan nacio en la misma cordillera donde nacieron los restantes. Como decirles que la forma de tener las ciudades y localidades derechos, fueros, o privilegios en cortes, era la forma de organizarse en todo Europa. Que el rey otorgaba derechos y privilegios a Siguenza, tordesillas, guipuzcoa, alava, toro... que no son nada especiales por tener fueros que todos los diminutas localidades tuvieron. Que el pais vasco, jamas fue independiente politicamente, primero dependiendo del reino de navarra, y luego ellos libremente decidieron pertenecer al reino castellano, para no ser explotados por los navarros. Que los catalanes, reconquistaron como los que mas... pero cuando un nacionalista vasco me suelta que pertenece al reino de navarra, por el siglo no se cuantos, que sus posesiones iban desde zaragoza hasta santander, y luego mi amigo catalan de ezquerra, me dice que zaragoza y arag'on pertenec'ia a su reino, no puedo hacer mas que no molestarme en perder el tiempo y el preguntarme que estos se mataran el dia que Espana desaparezca, tienen las fronteras muy poco definidas, para lo definido que tienen ellos sus derechos historicos, la historia, y su derecho a la autodeterminacion. Va a resultar que si comparten territorrios con historia comun. Porque la historia puede ser modificada a gusto, o voluntad, pero lo que esta claro, que la geografia no se ha expandido en mil anos.
Analfabetos!!! España nació en Covadonga Año 711.
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